El principio de “a trabajo igual, salario igual” es fundamental en el mundo laboral, ya que busca garantizar que trabajadores y trabajadoras que desempeñan labores similares reciban los mismos salarios, evitando así tratamientos discriminatorios por parte del empleador. Este principio está contemplado en el artículo 143 del código sustantivo del trabajo y es respaldado por la Ley de Igualdad en las Remuneraciones. A continuación, repasaremos algunos aspectos relevantes sobre este tema.
Presunción de desigualdad y carga de la prueba
Es importante destacar que, en caso de existir una diferencia salarial entre trabajadores y trabajadoras con labores similares, hay una presunción de desigualdad. Es decir, el empleador debe justificar las razones por las que no se está pagando un salario igual a personas con la misma condición laboral. En estos casos, la carga de la prueba se encuentra en manos del trabajador o trabajadora que alega la violación del principio de trabajo igual salario igual. No obstante, en algunos casos, también puede corresponder al empleador probar la causa o razón de dicha desigualdad.
Requisitos para que se aplique el principio de trabajo igual salario igual
El artículo 143 del código sustantivo del trabajo establece los requisitos que deben cumplirse para que se aplique el principio de trabajo igual salario igual. En este sentido, se debe cumplir con las siguientes condiciones:
- Mismo cargo o actividades
- Misma jornada laboral
- Mismas condiciones de eficiencia
Entidades relevantes y regulación legal
En Colombia, distintas entidades y organismos internacionales han abordado la importancia del principio de trabajo igual salario igual. La Corte Suprema de Justicia, a través de su sala laboral, ha emitido sentencias relacionadas con este tema. Por otro lado, la Ley 6ª de 1945 es mencionada al respecto de la regulación legal en la materia. Además, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha establecido los Convenios 100 y 111 para prevenir y erradicar la discriminación en el ámbito laboral, incluyendo la discriminación salarial.
Cómo se puede denunciar la discriminación salarial en el trabajo en México
La discriminación salarial es una práctica ilegal en México. Ningún trabajador puede ser objeto de discriminación en su centro laboral, ni por su origen étnico o nacional, ni género, edad, discapacidad, condición social, condiciones de salud, religión, condición migratoria, opiniones, preferencias sexuales, estado civil o cualquier otra causa que atente contra la dignidad humana, conforme el Artículo 133 de la Ley Federal del Trabajo (LFT).
En caso de enfrentar alguna situación de discriminación, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) pide a los trabajadores acudir a la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (PROFEDET), entidad encargada de brindar servicios gratuitos de asesoría, orientación y/o representación jurídica a los trabajadores.
Para solicitar asesoría y orientación, se pueden utilizar los números gratuitos 01 800 71 72 942 y 01 800 911 78 77, agendar una cita a través del correo electrónico [email protected], o bien, acudir a cualquiera de las 48 oficinas de la Procuraduría en todo el país.
Es crucial mencionar que el patrón que cometa cualquier acto o conducta discriminatoria en el centro de trabajo se hará acreedor de sanciones económicas que pueden ir de 18 mil 872 a 377 mil 450 pesos, conforme el Artículo 994, fracción VI, de la legislación laboral vigente. Por lo tanto, es fundamental que los trabajadores denuncien cualquier acto de discriminación del que sean víctimas.
En México, la igualdad sustantiva es un valor fundamental que se busca garantizar a través de la Ley Federal del Trabajo. De ninguna manera podrán establecerse condiciones que impliquen discriminación entre los empleados por ningún motivo, con el propósito de eliminar cualquier situación de desigualdad en el ámbito laboral. La normativa laboral también busca propiciar el trabajo digno o decente, en el que se respete plenamente la dignidad humana del trabajador y no exista ningún tipo de discriminación.
Cómo se puede comprobar la discriminación salarial en México
La discriminación salarial es un problema que afecta a muchas personas en México y en todo el mundo. Es significativo saber cómo se puede comprobar si se está recibiendo un salario justo y equitativo.
- Una forma de comprobar la discriminación salarial es comparando los salarios de personas que realizan el mismo trabajo. Si hay una diferencia significativa en los salarios de hombres y mujeres, por ejemplo, esto podría indicar una posible discriminación salarial.
- Otra forma de comprobar la discriminación salarial es comparando el salario de un individuo con el salario promedio de la industria o el sector en el que trabaja. Si el salario de una persona está significativamente por debajo del promedio, esto podría indicar una posible discriminación salarial.
Es relevante recordar que la discriminación salarial puede presentar diversas formas y ser directa o indirecta. Por ejemplo, la discriminación salarial puede ocurrir cuando a una persona se le paga menos debido a su género, raza, etnicidad, orientación sexual, edad, discapacidad, religión o cualquier otra característica personal. También puede ocurrir cuando una persona es relegada a un trabajo de menor remuneración debido a su género o cualquier otra característica personal.
Para abordar la discriminación salarial en México, es crucial promover la igualdad de remuneración. La igualdad de remuneración se refiere a la idea de que todas las personas que realizan el mismo trabajo deben recibir el mismo salario, independientemente de su género, raza, etnicidad, orientación sexual, edad, discapacidad, religión o cualquier otra característica personal.
Lograr la igualdad de remuneración requiere abordar las causas subyacentes de la discriminación salarial, como la brecha salarial de género, la segregación ocupacional por género y las interrupciones laborales. También requiere abogar por una mayor sindicación y negociación colectiva, y apoyar iniciativas como la herramienta virtual gratuita creada por el Comité de Igualdad de Quebec en Canadá y la unidad especializada sobre género y no discriminación creada por la inspección del trabajo en El Salvador.
Cómo se puede lograr la igualdad salarial en el trabajo
La brecha salarial de género es un problema que persiste en todo el mundo, y según la ONU Mujeres, el promedio mundial de esta brecha es del 16%, lo que significa que las trabajadoras ganan en promedio el 84% de lo que ganan los hombres. Además, las mujeres de color, las inmigrantes y las mujeres madres enfrentan una brecha salarial aún mayor.
La igualdad salarial significa que todos los trabajadores y las trabajadoras tienen el derecho a recibir igual remuneración por trabajo de igual valor. Sin embargo, en la práctica esto ha resultado ser difícil, ya que el “trabajo de igual valor” no siempre es fácil de definir. Un trabajo puede ser similar o diferente, pero tener el mismo valor y, por lo tanto, merecer el mismo salario.
La brecha salarial de género está arraigada en desigualdades sistémicas que persisten. Las mujeres, y especialmente las mujeres migrantes, están excesivamente representadas en el sector informal en todo el mundo. Además, las mujeres realizan tres veces más cuidados y trabajos domésticos que los hombres, lo que contribuye a la desigualdad salarial y al subestimado trabajo de cuidar a los demás.
La maternidad también es un factor que contribuye a la desigualdad salarial, ya que las madres trabajadoras se les paga menos que a las mujeres que no son madres, y la disparidad aumenta a medida que aumenta el número de hijos que tiene una mujer. Además, los efectos duraderos de los restrictivos roles de género tradicionales también son responsables de crear y preservar las desigualdades salariales. Los estereotipos de género alejan a las mujeres de las ocupaciones que tradicionalmente han sido dominadas por los hombres y las empujan hacia los trabajos relacionados con el cuidado.
En países como Nueva Zelanda se han aprobado leyes para abordar la brecha salarial de género. Sin embargo, la pandemia de COVID-19 ha tenido efectos adversos en la economía y ha empujado a muchas personas a la pobreza extrema, lo que hace necesario trabajar aún más duro para lograr la igualdad salarial en el trabajo y cerrar la brecha salarial de género.