¿Te ha sorprendido repentinamente ese incómodo e inesperado hipo? No hay razón para alarmarse, ya que te traemos una variedad de métodos y trucos que podrían serte de gran ayuda. El hipo puede ser bastante molesto y a veces persistente, pero no te preocupes, con los remedios caseros adecuados podrías hallar solución rápidamente.
Remedios para quitar el hipo:
La variedad es la sal de la vida, y esto también aplica para combatir el hipo. Te sugerimos beber agua de formas inusuales, por ejemplo, por el lado contrario del vaso o a través de un paño. Puedes probar sorbiendo agua tibia poco a poco, realizar gárgaras con agua fría, o si te inclinas por algo más sabroso, ¿qué tal chupar un cubo de hielo, una cucharada de miel o mantequilla de maní? Si eres más osado, intenta comer un poco de azúcar granulada o limón con una pizca de sal.
No todos los paladares reaccionan igual ante estos métodos, así que si uno no te funciona, ¡simplemente intenta otro! Además, prevén episodios futuros reduciendo el tamaño de tus comidas, evitando alimentos picantes y bebidas con alcohol o gasificadas, y no olvides practicar técnicas de relajación para manejar el estrés. Estas estrategias pueden ayudarte no solo a aliviar el hipo, sino también a disminuir las probabilidades de que se presente.
¿Qué es el hipo y por qué se produce?
El hipo o singulto ocurre cuando el diafragma, ese músculo clave para la respiración, se contrae involuntaria y repetidamente, seguido del cierre brusco de las cuerdas vocales que genera ese característico sonido. Aunque suele ser pasajero y no reviste gravedad, puede llegar a ser bastante incómodo.
Los desencadenantes del hipo son múltiples y van desde hábitos diarios a posibles indicadores de afecciones médicas importantes. El consumo excesivo de comidas rápidas o bebidas carbonatadas, que provocan acumulación de gas en el estómago, pueden estimular el diafragma y desatar el hipo. El estrés y la emoción también son factores conocidos. No obstante, un hipo persistente puede ser indicativo de algo más grave, como neumonía o incluso un tumor cerebral, por lo que la consulta médica se hace indispensable.
¿Qué presionar para quitar el hipo?
Para deshacerse del hipo, algunas personas sugieren presionar delicadamente el diafragma. Esta alternativa se basa en la idea de que al calmar el músculo, se puede terminar con el espasmo involuntario. Otras técnicas caseras y generalmente seguras que puedes probar incluyen:
- Beber agua fría a sorbos.
- Respirar hondo y contener el aliento por algunos segundos.
- Tomar una cucharada de azúcar o miel, que puede “resetear” los nervios que causan el hipo.
- Taparse la nariz mientras se bebe un vaso de agua de una sola vez.
La clave de estas prácticas está en interrumpir el ciclo de espasmo diafragmático, pero si el hipo se vuelve persistente o crónico, lo mejor será visitar a un profesional de la salud.
¿Por qué no se me quita el hipo?
Un hipo que no cede tras dos días puede causar alarma, ya que podría reflejar un problema de salud más serio. Por ejemplo, si eres consumidor de antiepilépticos, alcohol, tabaco o drogas recreativas, estos podrían ser los culpables. Ante el hipo persistente, es crucial consultar a un médico para un examen más detallado y estudios como radiografías pulmonares o endoscopias superiores, para revelar posibles factores contribuyentes.
¿Cuánto tiempo puede durar el hipo?
En la mayoría de los casos, el hipo es breve, resolviéndose en minutos. Si prolonga hasta dos días, no suele ser motivo de alerta. Sin embargo, un hipo que perdure más de este período ya clasifica como persistente y más allá de dos meses como hipo intratable, condiciones que ameritan atención médica especializada. Si te encuentras en esta situación, busca asesoramiento médico para investigar y tratar cualquier condición subyacente.
Remedios caseros para quitar el hipo
Una variedad de remedios caseros pueden ser el primer recurso cuando el hipo nos ataca. Aquí te compartimos algunos de los más populares:
- Beber al revés: Intenta inclinarte hacia adelante al beber agua para “resetear” tu diafragma.
- Respiración controlada: Aguantar la respiración o inhalar y exhalar en una bolsa de papel puede aumentar el dióxido de carbono en la sangre para relajar el diafragma.
- Presión en el diafragma: La postura de abrazar las rodillas hacia el pecho o inclinarse hacia adelante puede aliviar el hipo.
- Estimulación de la garganta: Tácticas como hacer gárgaras con agua fría, chupar un limón con sal o masajear suavemente la arteria carótida.
Aunque estos métodos han sido efectivos para muchos, si tu hipo se mantiene, lo más sensato es acudir a un especialista.
Cuándo buscar atención médica por el hipo
Un hipo que dura más de dos días merece una visita al médico. Acciones como tolerar problemas para comer o dormir, experimentar dolor en el pecho, o la aparición de hipo tras ciertos medicamentos o cirugías son todos indicadores para buscar ayuda especializada. El médico podrá ordenar un examen exhaustivo para llegar a la raíz del problema. No subestimes el hipo crónico; podría ser la señal de alerta de una condición mayor que necesita evaluación y tratamiento apropiado.