Las luxaciones son lesiones en las articulaciones en las que los huesos se separan de su posición normal. Estas pueden ocurrir debido a traumatismos como golpes o caídas que fuerzan la articulación más allá de su rango de movimiento normal.
Se presentan en cualquier articulación del cuerpo, sin embargo, las más comunes son las de los hombros, codos, muñecas, dedos, caderas, rodillas y tobillos. Los síntomas de una luxación incluyen dolor, hinchazón y deformidad en la articulación afectada. En algunos casos se asocian con fracturas, daño a los vasos sanguíneos y nervios, síndrome compartimental, infecciones y problemas articulares a largo plazo.
El diagnóstico de una luxación se realiza mediante la evaluación de los síntomas, las circunstancias de la lesión y los resultados de un examen físico. En algunos casos, pueden ser necesarias radiografías u otras pruebas de diagnóstico por imágenes. El tratamiento de una luxación generalmente implica colocar los huesos en su lugar mediante manipulación y luego inmovilizar la articulación. En casos graves, puede ser necesaria la cirugía.
Es importante tratar adecuadamente las luxaciones, ya que algunas pueden debilitar o romper los ligamentos y tendones que estabilizan la articulación. Además, la inmovilización prolongada de una articulación puede llevar a rigidez y atrofia muscular.
Tipos de Luxaciones Más Comunes
Los tipos de luxaciones más comunes involucran la separación completa de los huesos en una articulación, conocidas como luxaciones, y la salida parcial de esos huesos de su posición normal, a lo cual se le denomina subluxación. Estas lesiones pueden ocurrir en diferentes articulaciones del cuerpo y es usual que causen dolor, inflamación y deformidades en las zonas afectadas.
Existen varios tipos de luxaciones frecuentes. Entre los más comunes se encuentran la luxación de hombro, codo, tobillo, dedo y rodilla. La luxación de hombro, por ejemplo, ocurre cuando la bola del hueso del brazo (húmero) se sale de la cavidad del hombro.
Otro ejemplo es la luxación de codo, que sucede cuando el hueso del brazo (húmero) o el hueso del antebrazo (cúbito y radio) se desplaza de su lugar usual en la articulación del codo.
Por otro lado, las luxaciones de dedo son bastante comunes en situaciones que involucran deportes de contacto y ocurren comúnmente en el pulgar. Una luxación de dedo se produce cuando los huesos de la articulación del dedo se apartan de su posición normal.
Finalmente, la luxación de rodilla es otra de las más comunes y ocurre cuando uno de los huesos que forma la articulación de la rodilla se desplaza fuera de su posición normal.
Guía para prevenir las luxaciones
Es crucial saber cómo prevenir las luxaciones. Una técnica muy utilizada es el método PRICE. Esto implica asegurar la zona lastimada para evitar males mayores y favorecer la sanación. El método PRICE combina cinco pasos: Protección, Reposo, Hielo, Compresión y Elevación.
- Protección: Consiste en el uso de dispositivos como férulas o vendajes para evitar lesiones adicionales que podrían agravar la luxación.
- Reposo: Medida crucial para prevenir una lesión mayor y acelerar la recuperación. En caso de luxación, se debe limitar la actividad y evitar apoyar o utilizar la zona afectada.
- Hielo: Reduce la inflamación y la sensación de dolor después del realineamiento de la lesión. Se aconseja aplicarlo durante 15 a 20 minutos, cada vez que sea posible, durante las primeras 24 a 48 horas.
- Compresión: Este paso también ayuda a disminuir la inflamación y el dolor. Podemos emplear vendas o dispositivos similares para aplicar presión en la zona afectada.
- Elevación: Es recomendable elevar la zona lastimada por encima de la altura del corazón para limitar la inflamación, mientras esperamos asistencia médica.
Además, apartir de esta guía entendemos que la inmovilización después de realinear la luxación es crucial para evitar que se desplace. Podemos utilizar un yeso, férula o cabestrillo, dependiendo de la luxación. La inmovilización no solo reduce el dolor sino que también previene lesiones adicionales en los músculos y tejidos alrededor.
Si se sospecha una fractura u otra lesión grave, es crucial buscar atención médica. Mientras esperamos por la asistencia, se recomienda evitar mover la parte lastimada e intentar elevarla por encima de la altura del corazón para minimizar la inflamación. Recuerde, siempre es mejor prevenir que lamentar.
Ejercicios y Fortalecimiento Muscular para Evitar Luxaciones
Una de las formas más efectivas para prevenir luxaciones es a través de la realización de algunos ejercicios específicos para incrementar la flexibilidad y fortaleza muscular. La fisioterapia y los médicos son quienes usualmente recomiendan estos ejercicios como parte de la rehabilitación de una lesión.
En este sentido, es crucial ejercitar todas las partes del cuerpo siguiendo siempre las instrucciones de especialistas. En el caso de una articulación que ya no está inmovilizada, se puede comenzar a ejercitar la extremidad lesionada con ejercicios que incrementen la fuerza y la amplitud de movimiento. Sin embargo, es imperativo evitar ejercicios demasiado intensos y siempre prestar atención a las sensaciones del miembro lesionado.
Por otra parte, cuando los músculos están débiles, será necesario que un terapeuta ayude a mover las extremidades en ejercicios pasivos. No obstante, en la etapa final de recuperación, es el paciente quien debe realizar ejercicios activos para recobrar la fuerza completa.
Adicionalmente, puede resultar beneficioso a las personas con luxaciones la aplicación del conocido método PRICE (Protección, Reposo, Hielo, Compresión y Elevación). Este método ayuda a prevenir lesiones adicionales, evita lesiones mayores, disminuye la inflamación y dolor, y ayuda a reducir la hinchazón.
Alimentación y suplementos para fortalecer huesos y articulaciones
El fortalecimiento de los huesos y las articulaciones a través de la alimentación y suplementos es una opción que muchas personas consideran. Sin embargo, este no es el único camino y hay otros cuidados y tratamientos que se deben considerar conjuntamente para conseguir resultados óptimos.
Dentro de una dieta balanceada y rica en nutrientes esenciales, se pueden destacar ciertos alimentos que son especialmente benéficos. Estos alimentos ricos en calcio, como los productos lácteos, verduras de hoja verde y frutos secos, son esenciales para el fortalecimiento de los huesos y las articulaciones. Igualmente significativo es consumir suficiente vitamina D, presente en pescados grasos, huevos y otros productos fortificados.
Junto a la alimentación, es crucial mantener un peso saludable y hacer ejercicio de forma regular. Este sirve para fortalecer los músculos que rodean las articulaciones y mejorar su flexibilidad. Ejercicios como el de amplitud de movimiento y el de fortalecimiento muscular son especialmente beneficiosos.
En casos de lesiones o problemas articulares, se pueden adoptar métodos como el método PRICE (Protección, Reposo, hielo, Compresión y Elevación) para aliviar el dolor y acelerar la recuperación. La protección ayuda a prevenir lesiones adicionales, el reposo permite la curación, el hielo y la compresión reducen la inflamación y el dolor, y la elevación ayuda a reducir la hinchazón.
Tratamientos para Luxaciones
En México, los tratamientos para las luxaciones varían dependiendo de la gravedad de la lesión y las necesidades individuales del paciente. Por lo general, estos tratamientos se dividen en dos categorías principales: reducción cerrada y reducción abierta. En la reducción cerrada, se administra al paciente sedantes o analgésicos para adormecerlo y aliviar el dolor. En algunos casos, también se puede utilizar un anestésico local para entumecer la articulación afectada. Después de realinear la lesión, se utiliza un método de inmovilización, como un yeso o un cabestrillo, para evitar que la lesión se mueva y acelerar el proceso de curación.
Además de la inmovilización, se puede aplicar el método PRICE, que involucra el uso de protección, reposo, hielo, compresión y elevación, para reducir la inflamación y el dolor en la zona lastimada. En casos más graves, cuando la luxación requiere intervención quirúrgica, se puede realizar una reducción abierta. Este procedimiento, que se realiza bajo anestesia general, es necesario para algunas luxaciones que no se pueden corregir de manera cerrada. Sin embargo, la necesidad de una reducción abierta varía de paciente a paciente y depende de la gravedad de la lesión.
Aunque los tratamientos dependen de cada caso en particular, es clave resaltar que los métodos de reducción cerrada y reducción abierta son los más comunes en México para tratar las luxaciones. Ambos métodos son llevados a cabo por médicos especializados en ortopedia que saben cómo manejar y tratar estas lesiones de forma segura y efectiva.
Qué hacer en caso de luxación
La luxación es una lesión común en la que las partes de una articulación se separan. En caso de experimentar una luxación, lo primero que debes hacer es revisar la circulación sanguínea en la zona afectada ejerciendo presión. Si la piel se pone pálida y luego recupera el color en segundos, es una buena señal. Sin embargo, si la piel está rota, se debe evitar este paso para prevenir la infección.
Después, se recomienda aplicar compresas frías envueltas en un paño limpio para aliviar el dolor y la hinchazón. Es relevante no poner el hielo directamente sobre la piel. En algunos casos, puede ser necesario tomar medidas para prevenir un shock. Si no hay una lesión en la cabeza, la pierna o la espalda, se debe colocar a la víctima en posición horizontal levantándole los pies unas 12 pulgadas (30 centímetros) y cubriéndola con un abrigo o una cobija.
Cuando la lesión está completamente inmovilizada, se puede llamar al 911 o al número local de emergencias. Esto es especialmente esencial si el accidente que causó la lesión puede ser potencialmente mortal. Es esencial recordar que sin tratamiento, las lesiones pueden empeorar y causar una pérdida de función.
Rehabilitación después de una luxación
La rehabilitación después de una luxación es una etapa crucial para recuperar la funcionalidad y la fuerza en la articulación afectada. La preparación comienza una vez que la lesión se ha consolidado y la articulación ya no está inmovilizada. Bajo la supervisión de un médico o fisioterapeuta, se pueden iniciar una serie de ejercicios y terapias para fortalecer la extremidad afectada y evitar cualquier movimiento enérgico que pueda empeorar la lesión.
El proceso de rehabilitación generalmente se enfoca en ejercitar y manejar la parte del cuerpo comprometida, esto incluye la espalda, los brazos y las piernas. Los ejercicios recomendados se centran en mejorar la amplitude de movimiento y la fortaleza muscular, esto permite una mayor estabilización en la articulación afectada y disminuye las posibilidades de volver a sufrir de lesiones o un deterioro a largo plazo.
Es fundamental mantener un movimiento activo pronto luego de la luxación, esto reduce la rigidez y la atrofia muscular, acelerando así la capacidad de recuperación funcional. Los fisioterapeutas proveen ejercicios específicos para mejorar el rango de movimiento y la fortaleza muscular, adaptados a cada paciente. Además, si la articulación afectada todavía se encuentra inmovilizada, se pueden recomendar ejercicios de amplitud de movimiento para otras articulaciones.
- Para las personas mayores, un grupo más vulnerable a luxaciones y otras lesiones musculoesqueléticas, es vital tener en cuenta factores como la tendencia a caer frecuentemente y los reflejos de protección deteriorados durante las caídas. La rehabilitación puede ayudar a prevenir lesiones adicionales y a mantener la fortaleza muscular.
- Aparte de la fisioterapia, otras medidas como la protección, el reposo, el uso de hielo, la compresión y la elevación (método PRICE) pueden ser aplicadas para beneficiar a las personas con una luxación.
- Ante todo, estos pasos de seguridad ayudan a prevenir futuras lesiones, a acelerar la curación y reducen la inflamación y el dolor.
Cuándo acudir al médico por una luxación
Existen diversos síntomas y señales que indican la necesidad de buscar atención médica después de sufrir una luxación. Aquí te presento algunos de los más importantes:
- No se puede cargar peso ni utilizar la parte del cuerpo afectada por la lesión
- Se presenta inestabilidad en la articulación lesionada
- Dolor o hinchazón sin fractura aparente, pero la persona puede mover la articulación de forma normal
- Existe un accidente vital y hay sospecha de lesiones graves, como un flujo sanguíneo interrumpido, pérdida de sangre, herida abierta, daño neurológico y síndrome compartimental
Es crucial entender que algunos de estos síntomas sugieren la presencia de complicaciones graves, lo qual requieren atención médica inmediata. Por ejemplo, si el dolor es más intenso de lo esperado para el traumatismo o si incrementa progresivamente durante las primeras horas después de la lesión, se puede haber desarrollado un síndrome compartimental o puede haber una interrupción en el flujo sanguíneo.
Consejos para mantener articulaciones sanas y evitar luxaciones
La seguridad es esencial para mantener las articulaciones sanas y prevenir luxaciones. Esto incluye enseñar a los niños a cuidarse a sí mismos y evitar caídas al no subirse a objetos inestables como sillas o mostradores. También, retirar las alfombras pequeñas, especialmente para las personas mayores, puede prevenir accidentes que conduzcan a luxaciones.
Utilizar equipo de protección al practicar deportes de contacto también es de vital importancia. Es aconsejable siempre tener a mano un botiquín de primeros auxilios y seguir las indicaciones de médicos o fisioterapeutas en cuanto a la fisioterapia y ejercicios específicos. Del mismo modo, la instalación de barandillas en las escaleras puede evitar caídas desafortunadas.
Para mantener la fortaleza muscular y prevenir la rigidez en las articulaciones, es aconsejable realizar ejercicio diario, incluyendo ejercicios de amplitud de movimiento y fortalecimiento muscular. Además, aplicar el método PRICE (Protección, Reposo, Hielo, Compresión y Elevación) en caso de luxación también es crucial para minimizar la lesión.
Si se sospecha o confirma la luxación de una articulación, es significativo recordar no intentar enderezar un hueso o articulación deformados. Se debe llamar al 911 o al número local de emergencias si se presenta alguna de las siguientes condiciones: un hueso que sobresale a través de la piel, palidez, frío, humedad o coloración morada debajo de la lesión, sangrado intenso, o signos de infección.