El primero y más fundamental paso para prevenir infecciones en heridas quirúrgicas es la implementación de medidas universales. Este enfoque privilegia la aplicación rigurosa de las pautas de higiene antes, durante y después de cualquier procedimiento quirúrgico. No obstante, es crucial tener en cuenta que ciertos factores como la edad y la salud general del paciente pueden volverse cruciales en la predicción y prevención de estas infecciones.
Se ha comprobado que la correcta aplicación de profilaxis antimicrobiana juega un papel vital en la prevención de estas infecciones. La administración oportuna y precisa de dichos medicamentos es clave para evitar las infecciones, especialmente en aquellos pacientes con determinada patología o que enfrentan un mayor riesgo de infección. En ese sentido, la planeación pre-operatoria de la piel también es un aspecto esencial, tanto en términos de baño como en otras medidas de preparación.
Existen diferentes factores externos que pueden influir en la aparición de infecciones en heridas quirúrgicas y, aunque no todos ellos puedan ser controlados, es sumamente importante tenerlos en cuenta. En tales casos, extremar los cuidados se torna de vital importancia para minimizar los riesgos y evitar la propagación de infecciones.
De esta forma, la prevención de infecciones en heridas quirúrgicas exige la combinación de una serie de prácticas y protocolos. Estos incluyen el seguimiento de estrictas normas de higiene y limpieza, la correcta administración de los antibióticos profilácticos y la atención a los factores de riesgo tanto internos como externos.
¿Qué son las Infecciones de Heridas Quirúrgicas y sus Causas?
Las infecciones de heridas quirúrgicas son complicaciones médicas serias que puedan ocurrir después de una cirugía, y casi siempre se deben a la invasión de microorganismos patógenos en el sitio quirúrgico. Estas infecciones se consideran un crucial problema de salud ya que representan el 25% de las infecciones nosocomiales.
Las causas pueden ser múltiples, pueden resultar del propio estado del paciente, como la edad avanzada y las enfermedades existentes, así como factores externos que pueden afectar el entorno quirúrgico. No obstante, uno de los factores fundamentales es la presencia de microorganismos en el sitio quirúrgico, que puede proceder tanto del exterior como del propio paciente.
Las infecciones de heridas quirúrgicas se clasifican generalmente en base al grado de contaminación durante la cirugía. La clasificación más común sigue una distinción de heridas limpias, limpias-contaminadas, contaminadas y sucias. Las heridas limpias representan un bajo riesgo de infección a menos que haya una invasión bacteriana del exterior. Sin embargo, si ocurren infecciones, generalmente son causadas por bacterias provenientes del exterior.
Independientemente de su clasificación, estas infecciones pueden llevar a un alto coste de hospitalización y una mayor duración de la estancia hospitalaria para los pacientes afectados. Por lo tanto, es fundamental que los equipos médicos y los pacientes conozcan los factores de riesgo, tomen medidas de precaución y sigan protocolos de asepsia adecuados para prevenir estas infecciones.
Tipos de infecciones en heridas quirúrgicas
Existen distintos tipos de infecciones en las heridas quirúrgicas, y a menudo son clasificadas según el sistema de clasificación de heridas quirúrgicas (SCW) desarrollado por la Academia Nacional de Ciencias y el Consejo Nacional de Investigación.
- Heridas de Clase 1 (limpias) no están infectadas, no presentan inflamación y se cierran; si se necesita drenaje, se realiza de forma cerrada.
- Heridas de Clase 2 (limpias-contaminadas) entran en contacto con las vías respiratorias, digestivas, genitales o urinarias de manera controlada, pero no están contaminadas.
- Heridas de Clase 3 (contaminadas) están contaminadas con contenido gastrointestinal, genitourinario o respiratorio, de manera no controlada.
- Heridas de Clase 4 (sucias-infectadas) están infectadas y presentan inflamación evidente.
Es vital tener en cuenta que el tipo de procedimiento quirúrgico también es un factor de riesgo importante. Estos procedimientos se clasifican adicionalmente en limpios, limpios-contaminados, contaminados y sucios-infectados, lo que implica tasas de infección postoperatoria de herida diferentes para cada categoría.
Los procedimientos limpios son aquellos en los que no hay signos de inflamación durante la incisión, el abordaje o la operación en sí, y se mantiene la esterilidad. Es significativo mencionar que no se ingresan las vías gastrointestinales, urogenitales ni pulmonares durante estos procedimientos. Por otro lado, los procedimientos limpios-contaminados ingresan de manera controlada las vías gastrointestinales, urogenitales o pulmonares, pero no se produce una contaminación.
Los procedimientos contaminados son aquellos en los que se produce una contaminación no controlada de las vías gastrointestinales, urogenitales o pulmonares. Finalmente, los procedimientos sucios-infectados son aquellos en los que las heridas están infectadas y muestran signos claros de inflamación.
Factores de Riesgo para Infecciones en Heridas Quirúrgicas
Para empezar, es esencial comprender que los factores de riesgo para infecciones en heridas quirúrgicas pueden dividirse en dos categorías: factores dependientes del acto quirúrgico y factores dependientes del paciente. Ambos desempeñan un papel fundamental en el riesgo de infecciones en heridas quirúrgicas.
En primer lugar, los factores dependientes del acto quirúrgico abarcan varios elementos que, si no son manejados adecuadamente, pueden incrementar las posibilidades de desarrollar infecciones en la herida quirúrgica. Estos incluyen la técnica quirúrgica empleada, la duración de la cirugía, la localización y el tipo de cirugía, el uso de profilaxis antibiótica, la asepsia y antisepsia del quirófano, así como el personal e instrumental empleados.
Por otro lado, los factores dependientes del paciente también son cruciales en el proceso. El estado inmunitario del paciente es un factor que juega un papel vital, ya que aquellos con inmunodeficiencias, sean permanentes o transitorias, presentan una mayor susceptibilidad a desarrollar infecciones en la herida quirúrgica. Complementariamente, también existen otros factores que pueden aumentar este riesgo, como la diabetes mellitus, la obesidad y las edades extremas de la vida.
Es indispensable mencionar que para prevenir estas infecciones, se recomienda controlar adecuadamente la concentración de glucosa en la sangre en pacientes diabéticos y evitar la hiperglicemia perioperatoria. Además, se sugiere realizar una prolaxis quirúrgica antimicrobiana, administrando antibióticos previamente a la intervención quirúrgica para reducir la carga microbiana durante la contaminación intraoperatoria.
Síntomas de infecciones en heridas quirúrgicas
Las infecciones en heridas quirúrgicas son una complicación potencial luego de una cirugía. Las bacterias que penetran a través de la incisión pueden poner en peligro la vida del paciente y promover la resistencia a los antibióticos. La prevalencia de estas infecciones varía según el país y la población, pero en países de ingresos bajos y medianos, pueden afectar a un 11% de los pacientes operados. Un caso especial son las mujeres en África, donde hasta el 20% de las que se someten a cesárea pueden sufrir infecciones de la herida. Estas infecciones pueden impactar negativamente la salud de las pacientes y su capacidad para cuidar de sus hijos.
Los síntomas de una infección en una herida quirúrgica pueden variar. Algunos signos comunes a considerar son:
- Enrojecimiento y calor: La piel alrededor de la incisión puede volverse roja y sentirse caliente al tacto. Este enrojecimiento puede propagarse con el tiempo y corresponder a la infección.
- Incremento del dolor: Es normal sentir algo de dolor después de la cirugía, pero si el dolor aumenta significativamente, puede ser un signo de infección.
- Aumento del volumen de la herida: Si la herida se ve más prominente o se vuelve más grande, puede indicar la presencia de infección.
- Supuración: La producción de líquido amarillo o verdoso proveniente de la herida puede indicar la presencia de bacterias.
Es relevante que en la presencia de estos síntomas se busque atención médica inmediata. Dejar una infección sin tratar puede llevar a complicaciones graves que pongan en peligro la vida del paciente. Además, las infecciones en heridas quirúrgicas son una fuente de resistencia a los antibióticos, lo que dificulta su tratamiento.
Cómo prevenir infecciones en heridas quirúrgicas
Para prevenir infecciones en heridas quirúrgicas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado nuevas directrices que contienen recomendaciones tanto para el periodo prequirúrgico como para prevenir infecciones durante y después de la intervención. Estas recomendaciones incluyen medidas simples como bañar o duchar al paciente antes de la cirugía, así como orientaciones sobre el uso de antibióticos, desinfectantes y suturas adecuadas.
La OMS enfatiza en la importancia de utilizar antibióticos solo antes y durante la cirugía, evitando su uso después de la intervención para detener la propagación de la resistencia a los antibióticos. Esta medida es fundamental porque las infecciones quirúrgicas representan un riesgo para la vida de millones de pacientes cada año y contribuyen a la propagación de la resistencia a los antibióticos.
Las directrices de la OMS son válidas para todos los países, y algunas de las medidas que sugieren han demostrado reducir significativamente las infecciones quirúrgicas. Un estudio piloto realizado en cuatro países africanos mostró que la implementación de algunas de las recomendaciones de la OMS podría reducir las infecciones quirúrgicas en un 39%.
Es vital que todos los involucrados en el proceso quirúrgico, incluyendo el personal de salud, los pacientes y los administrativos, adopten estas directrices para mejorar la calidad de la atención y prevenir las infecciones en heridas quirúrgicas. La prevención de estas infecciones es fundamental para proteger a los pacientes y detener la propagación de la resistencia a los antibióticos.
El Papel de la Higiene en la Prevención de Infecciones en Heridas Quirúrgicas
La adecuada higiene en el cuidado de las heridas quirúrgicas es esencial para disminuir el riesgo de infecciones que pueden resultar en complicaciones graves. Durante la construcción o remodelación de áreas quirúrgicas, es vital llevar a cabo las precauciones necesarias para preservar la salud de los funcionarios, ya que el polvo generado durante estos procesos puede facilitar la propagación de diversas esporas fúngicas. Adicionalmente, durante y después de la actividad quirúrgica, es fundamental llevar a cabo técnicas asépticas adecuadas, respetar las normas de procedimientos, la limpieza y desinfección de instrumentos, y monitorear la esterilización de los insumos.
Para prevenir infecciones en el sitio quirúrgico después de la cirugía, es clave tomar las medidas necesarias. Se sugiere el uso de solución salina estéril para eliminar cualquier exceso de antisépticos y restos de sangre. La vigilancia activa en el postoperatorio del sitio quirúrgico es crucial para un diagnóstico temprano y un tratamiento oportuno.
Desde la perspectiva del cirujano, el lavado de manos y la técnica quirúrgica depurada son las formas más importantes de prevención. Para cirugías ginecológicas, donde mayormente son de tipo “limpia contaminada”, se recomienda la profilaxis antibiótica de amplio espectro, incluyendo todas las cesáreas.
Es esencial aislar la herida del campo quirúrgico a través de compresas y controlar la existencia de portadores de gérmenes entre el personal quirúrgico, ya que se ha encontrado que esto está relacionado con la aparición de brotes de infecciones en heridas quirúrgicas. El quirófano debe también cumplir con ciertas medidas mínimas, como un tamaño y una ventilación adecuados para reducir la presencia de gérmenes en el aire.
Medidas para prevenir infecciones en heridas quirúrgicas en hospitales de México
En México, las medidas para prevenir infecciones en heridas quirúrgicas se adhieren a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. Estas directrices establecen los protocolos específicos que se deben seguir tanto antes, durante como después de una intervención quirúrgica para minimizar el riesgo de infección.
Algunas de estas precauciones esenciales incluyen garantizar que los pacientes se bañen o se duchen antes de su cirugía, así como asegurarse de que el equipo quirúrgico se lave adecuadamente las manos. También se brinda orientación sobre el uso adecuado de antibióticos para prevenir infecciones y se especifica qué desinfectantes se deben utilizar antes de la incisión y qué suturas son las adecuadas.
En el contexto específico de México, existen desafíos únicos que se deben tener en cuenta al implementar estos protocolos de prevención de infecciones. Por ejemplo, el acceso a recursos limitados y la gran variedad de niveles de atención médica en el país pueden dificultar la aplicación uniforme de las medidas preventivas en todos los hospitales. Por lo tanto, es crucial que los profesionales de la salud en México estén debidamente capacitados y actualizados sobre las directrices internacionales para garantizar una aplicación efectiva de las medidas de prevención.
Es vital destacar que la resistencia a los antibióticos es un riesgo significativo para el sistema médico moderno. Sin antibióticos eficaces, las cirugías y trasplantes de órganos se vuelven más peligrosos. Además, las infecciones quirúrgicas tienen un impacto sustancial en los costos médicos y en los días de hospitalización, no solo en los países de ingresos bajos y medios, sino también en países con sistemas de atención médica económica avanzada, como Estados Unidos. Por lo tanto, la implementación de medidas preventivas en heridas quirúrgicas es esencial en todos los entornos de atención médica, incluidos los hospitales de México.
Incidencia de infecciones en heridas quirúrgicas en México
La incidencia de infecciones en heridas quirúrgicas representa un gran desafío para la salud en México, pues se estima que equivalen al 25% de las infecciones nosocomiales. Esta cifra es un indicador alarmante, ya que estas infecciones están asociadas con altas tasas de morbilidad y una persistencia en los costos hospitalarios debido a la prolongación de la estancia en el hospital y el uso de medicamentos costosos como los antibióticos de amplio espectro.
En muchas ocasiones, estas infecciones pueden ser prevenidas con medidas preventivas y la correcta administración de los fármacos antimicrobianos antes y después de la cirugía. Adicionalmente, la antiseptización de la piel y preparación preoperatoria adecuada, desempeñan un papel crucial en la prevención de estas infecciones. Es esencial mencionar que el riesgo de infecciones del sitio quirúrgico varía según el tipo de cirugía y la susceptibilidad de cada paciente, lo que requiere una valoración precisa para tomar medidas adecuadas.
Una combinación de factores intrínsecos y extrínsecos puede contribuir a la aparición de estas infecciones. Algunos de los factores intrínsecos del paciente pueden ser la edad y las enfermedades asociadas que puedan debilitar el sistema inmunológico. Los factores extrínsecos pueden ser la calidad de la atención quirúrgica, la contaminación del aire de la sala de operaciones y la esterilidad de los instrumentos utilizados, entre otros.
- Existen diferentes estrategias que pueden ser implementadas para reducir la incidencia de estas infecciones.
- Entre estas estrategias podemos mencionar la correcta eliminación del vello corporal, desinfección de la piel, preparación mecánica del tubo digestivo, correcta administración de antibióticos de manera profiláctica, entre otras.
- Es de vital importancia destacar la obligación de los profesionales de la salud a seguir las guías de buenas prácticas clínicas para prevenir las infecciones en las heridas quirúrgicas.