La hipotermia es una condición en la que la temperatura corporal baja de manera anormal debido a la exposición prolongada a temperaturas extremadamente frías. Estas pueden incluso darse por encima de los 40 °F. Tanto adultos mayores sin alimentación ni vestimenta adecuadas, como bebés durmiendo en habitaciones frías, excursionistas, cazadores y personas que abusan de alcohol o drogas ilícitas, tienen mayor riesgo de sufrir hipotermia.
Los signos y síntomas de la hipotermia varían en las distintas etapas en las que se encuentra. Los primeros indicios son escalofríos, piel de gallina, temblores, aumento en la frecuencia respiratoria y cardiaca, así como entumecimiento de brazos y piernas. En etapas más avanzadas, los temblores y escalofríos son más intensos, movimientos lentos y torpes, e incluso palidez y coloración azulada en labios, orejas y punta de dedos. En la fase profunda, los afectados presentan dificultad extrema para moverse, coloración azulada en la piel, somnolencia, comportamiento extraño, confusión mental, disminución de la frecuencia cardiaca y respiratoria.
Para prevenir la hipotermia, es recomendable utilizar ropa gruesa y abrigadora, como bufandas, guantes, gorros y calcetines gruesos, junto con calzado cerrado. Es importante ingerir alimentos de alto contenido calórico, como atoles, chocolate, hígado y azúcares. Evitar los cambios bruscos de temperatura y procurar no estar excesivo tiempo en exteriores en climas frios. En caso de presentar hipotermia, la persona afectada debe ser abrigada con ropa seca, cubierta con una manta y, sólo si está consciente, dársele bebidas calientes. Es de vital importancia mantener libres las vías respiratorias llevar a la persona afectada a un médico tan pronto como sea posible.
Qué es la hipotermia
La hipotermia es una condición en la cual la temperatura corporal desciende por debajo de lo normal. Esto puede ocurrir tanto en temperaturas muy frías como en temperaturas no tan frías si una persona se enfría con la lluvia, la transpiración o por la inmersión en aguas frías.
Los signos y síntomas de la hipotermia pueden variar dependiendo de la edad. En los adultos, estos pueden incluir tiritar, sentirse agotado o muy cansado, confusión, torpeza con las manos, pérdida de la memoria, habla arrastrada o enredada, y somnolencia. En los bebés, se puede observar piel de un tono rojo brillante y muy poca energía.
Entre las causas más comunes de la hipotermia se encuentran descensos abruptos de temperatura originados por condiciones ambientales, como los frentes fríos, no protegerse lo suficiente o con ropa inadecuada ante temperaturas bajas, caer en aguas frías y llevar ropa húmeda durante mucho tiempo cuando hay viento o frío.
Finalmente, las personas que corren mayor riesgo de sufrir hipotermia incluyen a los adultos mayores sin alimentación, vestimenta o calefacción adecuadas, los bebés que duermen en habitaciones frías, las personas que permanecen en exteriores durante periodos largos y las personas que beben alcohol o consumen drogas ilícitas. La gravedad de la hipotermia depende de la temperatura corporal alcanzada, cuanto más baja sea la temperatura, más peligroso es. Puede llegar a ser incluso mortal si no se trata adecuadamente.
Síntomas de la hipotermia
Uno de los síntomas más comunes de la hipotermia es el temblores, seguido por la dificultad para hablar, la respiración lenta y el pulso débil. Además, una persona que sufre de hipotermia puede experimentar falta de coordinación, somnolencia, confusión y pérdida de conocimiento.
La piel fría y roja en los bebés también es un signo de hipotermia. Es crucial recordar que estos síntomas pueden presentarse de manera distinta dependiendo de la gravedad de la hipotermia y la reacción individual de la persona ante el frío.
Las causas de la hipotermia pueden variar, pero algunas veces puede ser el resultado del uso de ropa inadecuada para las condiciones climáticas. Pasar mucho tiempo al aire libre en el frío sin poder quitarse la ropa mojada o trasladarse a un lugar cálido y seco también puede ocasionar hipotermia.
- El caer al agua o la pérdida de energía debido a vivir en una casa muy fría puede causar hipotermia.
- La ingesta de alcohol o drogas recreativas también puede ser una causa de hipotermia debido a su capacidad para afectar la capacidad del cuerpo para regular la temperatura.
- La falta de comida, hidratación y energía puede llevar a que una persona desarrolle hipotermia de manera más rápida.
El tratamiento de la hipotermia puede variar dependiendo de la gravedad de la situación. Algunas opciones son alejarse del frío, añadir capas de ropa caliente, consumir carbohidratos y beber líquidos. Sin embargo, es crucial buscar atención médica de inmediato si no se mejora o si los síntomas son graves.
Factores de riesgo de la hipotermia:
El primer factor de riesgo de la hipotermia es la exposición prolongada al frío. Esto sucede cuando las personas permanecen en ambientes fríos durante largos períodos de tiempo, donde se reduce drásticamente la temperatura corporal y aumenta el riesgo de hipotermia. Es significativo vestirse adecuadamente y protegerse del frío usando capas de ropa abrigada y resistente al agua.
Otro factor de riesgo es la ropa inadecuada. Si no nos vestimos correctamente para protegernos del frío, estaremos aumentando la probabilidad de sufrir hipotermia. Es relevante usar ropa adecuada, abrigada y resistente al agua, que nos proteja de la humedad, ya sea de la lluvia, la nieve o el sudor. La exposición a la humedad puede acelerar la pérdida de calor corporal y aumentar el riesgo de hipotermia.
Otro factor de riesgo de la hipotermia es la edad avanzada. Las personas mayores tienen mayor predisposición a padecer hipotermia porque su capacidad para regular la temperatura corporal puede verse comprometida. Por ello, es clave que las personas de edad avanzada se protejan adecuadamente del frío y tomen precauciones adicionales.
Las enfermedades crónicas también son un factor de riesgo para la hipotermia. Algunas enfermedades crónicas, como la diabetes o la enfermedad de Parkinson, pueden afectar la capacidad del cuerpo para regular la temperatura y aumentar el riesgo de hipotermia. Las personas con estas enfermedades deben ser especialmente cautelosas y protegerse adecuadamente del frío.
Cómo prevenir la hipotermia
Para prevenir la hipotermia, es crucial protegerse del frío mediante el uso de la ropa adecuada. Es necesario usar varias capas para mantener el calor corporal. La primera capa debe estar hecha de materiales que absorban la humedad, y se debe evitar el uso de algodón, ya que retiene la humedad y puede enfriar el cuerpo. Las capas intermedias deben ser aislantes y retener el calor, mientras que la capa externa debe ser resistente al viento, la nieve y la lluvia.
Además, es igualmente esencial proteger las extremidades. Las manos, pies y cabeza son particularmente sensibles al frío. Por ello, es fundamental usar guantes o mitones, calcetines de lana o polipropileno, y zapatos o botas impermeables y calientes. Proteger el cuello y la cara con un gorro, una bufanda o un calentador de cuello, y un cubrebocas, también es necesario.
Una parte esencial de la prevención de la hipotermia es consumir suficientes alimentos y líquidos. La ingesta adecuada de alimentos y líquidos proporciona energía al cuerpo y ayuda a mantener el calor. Los alimentos con carbohidratos proporcionan energía rápida, mientras que los alimentos con proteínas y grasas son necesarios para actividades prolongadas al aire libre.
Adicionalmente, es vital evitar la exposición al frío. Mantenerse protegido del aire frío, viento, nieve y lluvia, es esencial para prevenir la hipotermia. Si es posible, se recomienda buscar refugio en un lugar cálido y evitar el contacto con superficies frías.
Qué hacer en caso de hipotermia
En casos de hipotermia, es fundamental actuar rápidamente para ayudar a la persona afectada. Si se observa la presencia de signos de hipotermia, deberán medir la temperatura corporal de la persona en cuestión. Si la temperatura es inferior a 95°F, es fundamental buscar de inmediato atención médica. Sin embargo, en situaciones en las que no se puede obtener atención médica inmediata, hay algunas recomendaciones que se pueden seguir para ayudar a la persona a aumentar su temperatura corporal.
-
Llevar a la persona a una habitación o refugio cálido: El primer paso es llevar a la persona a un lugar caliente. Posteriormente, es necesario quitarle toda la ropa mojada que lleva puesta, ya que esta podría enfriar aún más su cuerpo.
-
Calentar la parte central del cuerpo: Deben centrarse en calentar inicialmente la parte central del cuerpo, como el pecho, cuello, cabeza e ingles. Se pueden usar una frazada eléctrica o también puede proporcionar calor directamente en la piel utilizando capas secas y sueltas de ropa, frazadas, toallas o sábanas.
-
Rellenarlos con bebidas calientes: Las bebidas calientes pueden ayudar a aumentar la temperatura corporal. Sin embargo, es vital no dar bebidas alcohólicas y no dárselas a una persona inconsciente.
-
Mantener a la persona seca: Después de aumentar su temperatura corporal, es significativo mantener a la persona seca y envolver su cuerpo con una frazada abrigada.
Además de las medidas anteriores, es crucial seguir algunas otras recomendaciones para prevenir complicaciones y proteger la salud en temperaturas extremadamente frías.
-
Abrigar a la persona: En este caso, es vital abrigar a la persona afectada con ropa seca y cubrirla con una manta.
-
Darle bebidas calientes: Si la persona está consciente, es posible proporcionarle bebidas calientes.
-
Preservar las vías respiratorias: Es esencial tratar de mantener las vías respiratorias libres, tanto la nariz como la boca.
-
Buscar atención médica oportuna: En todo momento, es prioritario buscar atención médica lo antes posible.
Temperatura Corporal Segura en Condiciones Frías
La temperatura corporal segura en condiciones frías es mantenerla entre 35 ºC y 37 ºC, y alcanzar esto requiere de una combinación adecuada de medidas de prevención y cuidado. Es esencial evitar salir afuera cuando las temperaturas son especialmente bajas, usar ropa de abrigo pertinente y cómoda, y mantener la temperatura en casa entre 20-23 ºC. Sin embargo, para aquellos con un mayor riesgo de hipotermia, como los ancianos y las personas con condiciones de salud específicas, pueden ser necesarias precauciones adicionales.
Las personas mayores o con patologías como la hipotiroidismo, diabetes, hábitos tóxicos, o situaciones que aumentan el riesgo de hipotermia, deben prestar un especial cuidado a su salud. Esto puede incluir asegurarse de tener un estado nutricional adecuado y realizar ejercicio regularmente para mejorar la resistencia a bajas temperaturas. Si se presentan síntomas como apatía, confusión mental, dificultades para hablar, o se siente frío o pálido, es clave acudir al Servicio de Urgencias.
Por último, es vital tener en cuenta que la hipotermia puede clasificarse en tres categorías: leve (35-32 ºC), moderada (32-28 ºC) y grave (menos de 28 ºC). Los casos de hipotermia, independientemente de su grado, requieren atención hospitalaria, por lo que su adecuado diagnóstico y manejo terapéutico son fundamentales.
Efectos de la hipotermia en diferentes grupos de edad
La hipotermia puede afectar gravemente a diferentes grupos de edades, conocidos por su mayor vulnerabilidad. Esta condición, que ocurre cuando una persona se encuentra expuesta a temperaturas extremas durante un tiempo prolongado, es más peligrosa en los adultos mayores, los bebés y aquellos que suelen pasar mucho tiempo en el exterior en condiciones frías.
En el caso de los adultos mayores, la hipotermia puede ser especialmente problemática si no se cuenta con una alimentación adecuada, una vestimenta abrigada o calefacción en el hogar. Algunos signos de advertencia que pueden indicar una hipotermia en esta población incluyen temblores, sensación de agotamiento, confusión y torpeza en las manos. También pueden experimentar pérdida de memoria, habla arrastrada o enredada, además de somnolencia.
Por otro lado, los bebés que duermen en habitaciones frías también corren un mayor riesgo de sufrir hipotermia. La piel de los bebés hipotérmicos puede tornarse fría, de un tono rojo brillante, y pueden demostrar una disminución considerable en su energía.
Finalmente, las personas que pasan mucho tiempo al aire libre en condiciones frías, como los excursionistas o cazadores, también tienen un mayor riesgo de hipotermia. Los efectos de esta condición en estos individuos pueden variar según la edad y el tiempo de exposición. Además, el consumo de alcohol o drogas ilícitas amplifica notablemente el riesgo de hipotermia.
Medidas de seguridad al realizar actividades al aire libre en climas fríos en México
Las medidas de seguridad son esenciales al disfrutar de actividades al aire libre en clima frío en México. La primera medida es protegerse del frío, viento, nieve y lluvia. Esto significa usar gorro caliente, cubrebocas, bufanda o calentador de cuello, guantes o mitones, calcetas de lana o de polipropileno, y zapatos o botas impermeables y calientes.
La ropa adecuada debe ser utilizada en varias capas. La capa interna debe permitir la remoción del sudor, como lana ligera, poliéster o polipropileno. Las capas intermedias deben aislar y retener el calor, y pueden ser de forro de poliéster, lana, aislante de microfibra o plumas. La capa externa debe repeler el viento, la nieve y la lluvia, idealmente debe ser transpirable y resistente al agua y al viento.
Se deben proteger las manos, pies, cuello y cara. Dependiendo de la actividad, puede ser necesario usar guantes, calcetines térmicos, calentadores de cuello y cubrebocas. Es vital también la hidratación y la alimentación adecuada. Es recomendable consumir carbohidratos para obtener energía rápida. Si estaremos al aire libre por un periodo breve de tiempo, puede llevarse una barra de cereales. Pero si estará afuera todo el día, asegúrese de llevar alimentos que contengan también proteínas y grasas para mantenerse alimentado durante muchas horas. También es significativo beber líquidos para mantenerse hidratado.
Es clave realizar movimientos para ayudar a calentar el cuerpo. Realizar saltos, abrir y cerrar los brazos y piernas, o agitar los brazos puede ayudar a generar calor. Y si se presenta alguna emergencia es crucial llamar a un médico o buscar atención médica de inmediato si no mejora o empeora después de intentar calentar un congelamiento superficial, si presenta congelamiento o si muestra signos de hipotermia.