Las hernias discales son afecciones de la columna vertebral en las cuales el núcleo pulposo de un disco se desplaza y ejerce presión sobre los nervios de la columna, siendo un vínculo con el dolor, muchos individuos pueden sufrir esta enfermedad sin conocerla debido a varias razones principales: el desgaste o deterioro de los discos intervertebrales a lo largo del tiempo, levantar objetos pesados, tener sobrepeso, realizar movimientos repetitivos que doblan o torcen la espalda baja, llevar un estilo de vida sedentario y fumar.
Los síntomas de las hernias discales pueden variar pero son bastante específicos, suelen incluir dolor agudo en la espalda, dolor irradiado a lo largo de las piernas, sensación de hormigueo, pérdida de fuerza y entumecimiento en diferentes partes del cuerpo. Esta afección puede afectar a cualquier persona, aunque es más común en hombres de mediana edad y de edad avanzada, particularmente la hernia discal lumbar, la cual constituye el tipo más común y tiene una incidencia aproximada del 2% en nuestra población.
Las causas principales de las hernias discales- factores de riesgo:
- Desgaste o deterioro de los discos intervertebrales con el tiempo: la edad puede desgastar los discos entre las vértebras, facilitando así el desplazamiento y la hernia del disco.
- Levantar objetos pesados: ésta acción puede poner mucha tensión en la columna vertebral, especialmente si se realiza de manera incorrecta.
- Sobrepeso: el llevar exceso de peso puede aumentar la presión sobre los discos de la espalda.
- Movimientos repetitivos de flexión y torsión de la espalda baja: estos movimientos aumentan la probabilidad de que un disco se desplace y provoque una hernia discal.
- Estilo de vida sedentario: la falta de movimiento puede debilitar los músculos de la espalda y aumentar el riesgo de desarrollar hernias discales.
- Fumar: el tabaco puede debilitar los discos de la espalda y hacerlos más propensos a herniarse.
Síntomas de las Hernias Discales en la Columna Vertebral
Los síntomas de las hernias discales en la columna vertebral pueden variar dependiendo de la zona afectada. Alguno de los síntomas más comunes incluyen el dolor, entumecimiento o debilidad. Estos síntomas, sin embargo, suelen mejorar o desaparecer con el tiempo, generalmente en semanas o meses.
El diagnóstico de una hernia discal usualmente se realiza a través de un examen físico y revisión de la historia clínica del paciente. Durante el examen físico, el proveedor de atención médica inspecciona distintas partes del cuerpo como el cuello, hombros, brazos, manos, región lumbar, caderas, piernas y pies para buscar posibles señales de hernia discal como entumecimiento, pérdida de sensibilidad, reflejos musculares lentos o ausentes, debilidad muscular o posturas anormales de la columna vertebral. Además, se pueden realizar pruebas adicionales como pedir al paciente que realice ciertos movimientos como caminar, sentarse, pararse, doblarse hacia adelante, hacia atrás y hacia los lados, y mover el cuello en diferentes direcciones.
El dolor localizado intenso en la espalda y los síntomas de ciática, que es un dolor que se irradia hacia la extremidad inferior, son los síntomas más característicos de una hernia discal. Sin embargo, la distribución y la intensidad del dolor pueden variar dependiendo de la raíz nerviosa afectada. Es importante mencionar que, aunque el dolor intenso en la espalda no se alivie con remedios caseros, no siempre es un signo seguro de una hernia discal, puesto que también existen otros cuadros de dolor similar que no están relacionados con esta afección.
Cómo Evitar las Hernias Discales en la Columna Vertebral
Para evitar las hernias discales en la columna vertebral, es crucial seguir algunas recomendaciones y prácticas saludables. Una de las medidas más importantes es llevar a cabo terapia física, cuyo objetivo es fortalecer la musculatura del cuerpo, mejorar la resistencia y aumentar la flexibilidad del paciente. Esta terapia incluye diversos ejercicios como estiramientos, actividades aeróbicas y ejercicios de fortalecimiento de los músculos de la espalda, abdomen y piernas.
Mantener una buena postura es también crucial para prevenir hernias discales. Al estar de pie, se debe distribuir el peso de manera uniforme y apoyar uno de los pies sobre un objeto elevado si es posible. Al sentarse, se debe hacer con la espalda recta, bien apoyada sobre el respaldo y los pies en el suelo o sobre un reposapiés. Cuidar la postura durante todas las actividades cotidianas es un hábito que debe adoptarse.
Realizar ejercicios específicos es otra medida preventiva importante. Caminar, utilizar bicicletas estáticas o nadar ayudan a controlar el peso, fortalecer la musculatura lumbar y aumentar el gasto calórico. Además, dedicar unos minutos por la mañana a practicar estiramientos y ejercicios específicos que fortalezcan los músculos del abdomen y espalda, contribuye a disminuir la presión sobre los discos lumbares.
- Evitar el sobrepeso: Mantener un peso adecuado es fundamental para la salud de la columna. Esto se puede lograr a través de una alimentación equilibrada, evitando el consumo excesivo de grasas y azúcares y aumentando la ingesta de frutas y verduras. Practicar un estilo de vida activo también es esencial para evitar el sedentarismo.
- Cuidar la higiene postural: Una postura adecuada durante todas las actividades diarias ayuda a prevenir hernias discales. Es crucial arrodillarse en lugar de inclinarse a la hora de hacer la cama, y doblar las rodillas en lugar de inclinar la espalda al llevar objetos pesados.
- Evitar fumar: El tabaco disminuye el suministro de oxígeno a la columna vertebral, por lo que es recomendable dejar de fumar para prevenir problemas de espalda.
Estas recomendaciones contribuyen a reducir la posibilidad de padecer hernias de disco y mantener una columna vertebral saludable.
Tratamientos para las hernias discales en la columna vertebral en México
Existen diversos tratamientos disponibles para las hernias discales en la columna vertebral, y estos variarán dependiendo del estado de la hernia y los síntomas del paciente. En primer lugar, muchas veces se recetan antiinflamatorios y relajantes musculares para ayudar a reducir el dolor. En algunos casos, se pueden aplicar inyecciones de corticoides para disminuir la inflamación. Estos tratamientos se consideran no quirúrgicos, ya que buscan aliviar los síntomas sin ser invasivos.
Otro tratamiento no quirúrgico muy común es la fisioterapia. A través de ejercicios personalizados, se fortalece la musculatura y se mejora la estabilidad de la columna vertebral. Este enfoque puede ser muy beneficioso porque mejora la función y alivia los síntomas. Sin embargo, en algunos casos donde la hernia discal es más grave, puede ser necesaria una cirugía.
En México, las cirugías utilizadas para tratar hernias discales pueden incluir la laminectomía, la fusión espinal o la discectomía. La endoscopia de columna es otra técnica mínimamente invasiva que se utiliza también para tratar hernias discales. Esta técnica logra una descompresión del nervio o del canal medular. La cirugía discal busca liberar la raíz nerviosa comprimida y se pueden utilizar diferentes técnicas como la extirpación de la hernia o la resección del disco.
Como se ha mencionado, la cirugía discal tiene un alto índice de éxito cuando se realiza correctamente. Sin embargo, es clave tomar en cuenta que cada caso debe ser evaluado individualmente y determinar cuál es el mejor tratamiento. Los pacientes deberían siempre buscar la asesoría de profesionales médicos para tomar decisiones sobre su tratamiento.
Especialista Adecuado para Tratar una Hernia Discal en México
En México, la elección del especialista adecuado para tratar una hernia discal es una etapa esencial y determinante en todo el proceso de recuperación del paciente. En la mayoría de los casos, el tratamiento inicial es conservador y no quirúrgico, por lo que el papel de los especialistas en medicina física y rehabilitación o fisioterapeutas es primordial.
El rol del ortopedista y neurólogo se hace especialmente relevante en aquellos casos más graves donde existe compresión medular o síndrome de cauda equina. La cirugía de hernia discal tiene como objetivo liberar la raíz nerviosa comprimida. En este sentido, los ortopedistas, especialistas en cirugía ortopédica y traumatología, evalúan la condición de cada paciente de manera individual para determinar el tratamiento más adecuado.
En México, es común que para estos casos se opte por la endoscopia de columna, una técnica mínimamente invasiva que permite una rápida recuperación del paciente. Esta técnica ha probado ser exitosa en aquellos casos donde la fisioterapia no es suficiente y la cirugía se hace necesaria.
- Tratamiento conservador: Utilización de medicamentos antiinflamatorios y relajantes musculares para aliviar el dolor. Además, se pueden aplicar inyecciones de corticoides para reducir la inflamación.
- Fisioterapia: A través de ejercicios personalizados, se fortalece la musculatura y mejora la estabilidad de la columna vertebral.
- Cirugía: En menos del 10% de los casos se requiere tratamiento quirúrgico. Esta terapia tiene como objetivo liberar la raíz nerviosa comprimida, existiendo diferentes técnicas quirúrgicas dependiendo del caso.
Recuperación después de la cirugía de hernia discal en México
La recuperación después de una cirugía de hernia discal en México puede variar dependiendo del tipo de procedimiento realizado. El objetivo principal de la cirugía es liberar la raíz nerviosa comprimida que causa los síntomas. Actualmente, la técnica más eficiente es la extirpación de la hernia junto con la resección de parte del disco para reducir las posibilidades de recurrencia. Esto se puede realizar con o sin microscopio y generalmente con una incisión de entre 2 a 6 cm.
Una vez completada la cirugía, el paciente suele permanecer hospitalizado de uno a tres días y generalmente se le permite levantarse al día siguiente. Sin embargo, después del alta, se recomienda un reposo relativo durante aproximadamente 4 semanas, evitando doblar la cintura.
La rehabilitación es crucial para una buena recuperación. La terapia física es una parte significativo de este proceso, con el objetivo de mejorar la fuerza, flexibilidad y resistencia del paciente. Esto se logra a través de un programa de ejercicios que incluye estiramientos, fortalecimiento de los músculos de la espalda, abdomen y piernas, así como ejercicios aeróbicos como caminar o andar en bicicleta.
En algunos casos, puede ser necesaria una cirugía si los síntomas empeoran o si el dolor no mejora con las medidas anteriores. Las opciones comunes son la laminectomía, la fusión espinal y la discectomía. Estos procedimientos se seleccionan en función de las necesidades y condición del paciente.
Para prevenir y controlar la hernia discal, se recomienda tomar ciertas medidas, como cuidar nuestra forma física y adoptar posturas adecuadas en nuestra vida diaria. Algunos consejos incluyen distribuir el peso de manera uniforme al estar de pie y apoyar un pie sobre un objeto elevado si es posible.
Cómo prevenir las hernias discales en el trabajo en México
Para evitar las hernias discales en el trabajo, es crucial seguir rigurosas prácticas ergonómicas. Esto implica mantener una postura adecuada mientras realizas actividades cotidianas. Por ejemplo, al hacer la cama, puedes arrodillarte en lugar de inclinarte. Distribuye el peso entre ambos brazos al llevar bolsas de compras y utiliza una caja de cartón para mantener una postura equilibrada al planchar.
Además, es esencial utilizar técnicas de levantamiento adecuadas. Dobla las rodillas al levantar objetos pesados del suelo y evita inclinar la espalda. El objetivo es levantar el objeto despacio y mantenerlo cerca del cuerpo. Esta técnica puede prevenir lesiones en la espalda, incluyendo hernias discales.
Adicionalmente, mantener un peso adecuado es clave en la prevención de las hernias discales. Una alimentación variada y equilibrada, junto con la práctica regular de ejercicio físico, contribuirán a controlar el peso y fortalecer la musculatura lumbar. Esto puede reducir la probabilidad de sufrir lesiones discales.
Finalmente, es vital mantener una buena postura mientras trabajas. Asegúrate de apoyar la espalda en el respaldo de la silla y mantener los pies en el suelo o en un reposapiés si es posible. Además, evita estar mucho tiempo en la misma posición y realiza descansos cada dos horas para estirar y mover el cuerpo. De igual forma, es vital evitar el uso excesivo de tacones altos, ya que pueden aumentar la tensión en la espalda y agravar el riesgo de hernia discal.
Ejercicios Recomendados para Fortalecer la Columna y Prevenir Hernias Discales en México:
En México, es esencial entender y apreciar la importancia del fortalecimiento de la columna y la prevención de hernias discales. Aunque a menudo se buscan técnicas innovadoras, los hábitos posturales adecuados son un componente crucial para evitar los problemas de la espalda.
Idealmente, uno debe mantenerse erguido con la espalda recta y el respaldo de la silla en todo momento. Los pies deben estar apoyados en el suelo o en un reposapiés, según sea posible. Al conducir, uno debería estar lo suficientemente cerca del volante para operar el vehículo sin problemás. Además, se recomienda realizar descansos y estiramientos cada dos horas en viajes largos.
También es crucial prestar atención a la manera en que uno se duerme. Evitar dormir boca abajo y optar por dormir de lado con una almohada entre las piernas, o boca arriba con una toalla enrollada debajo de la nuca y almohadas bajo las rodillas. Dormir en un colchón duro con una tabla debajo también puede ser beneficioso.
Aparte de los hábitos básicos de postura, un componente relevante de la prevención de las hernias discales es mantener un peso adecuado. Esto se logra a través de una alimentación equilibrada y un estilo de vida activo. Se debe destacar que dejar de fumar también es esencial, ya que el tabaquismo reduce el flujo sanguíneo a la columna y va en detrimento del suministro de oxígeno, aumentando el riesgo de hernias discales.
Finalmente, ejercicios regulares como caminar, utilizar una bicicleta estática o nadar son medidas activas y contribuyen al control del peso. Estos ejercicios también fortalecen la musculatura lumbar y disminuyen la presión sobre los discos lumbares, lo que ayuda a mitigar el riesgo de hernias discales.